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Friday, November 10, 2006

" La Adecuada Educación de las Emociones "


Quisimos publicar nuestro ensayo, debido a la buena recepción que tuvo en nuestra clase. Esperamos que sea de su agrado el poder leerlo esta vez.

Las emociones son consideradas la base de la inteligencia, ya que si somos capaces de canalizarlas podremos adecuarnos al entorno, medio y contexto en el que estamos insertos, seremos capaces de sobrevivir en este, además de poder relacionarnos de manera correcta con las personas que nos rodean, sentando los cimientos de nuestra inteligencia emocional.

Desde el momento en que nacemos, ya vienen con nosotros las conocidas emociones primitivas, consideradas nuestras primeras formas de manifestación y comunicación con nuestro entorno más próximo; es el caso del “llanto”, reflejo que está a la base de nuestro encéfalo, el cual cumple la función de apelar hacia la madre principalmente demandas de amor, cariño, acercamiento, alimentación, atención, dolor, etc., llegando a considerarse una de las primeras formas de lenguaje que tiene el niño con sus padres o cuidadores.

A la par del desarrollo emocional del niño, vienen consigo nuevos cambios estructurales que permiten la evolución de otras áreas del sistema nervioso, tal como lo es el lóbulo frontal, el cual tiene estrecha y directa relación con el desarrollo de nuestras emociones sofisticadas, vinculándose por medio de conexiones o redes neuronales con el sistema límbico, volviendo conscientes nuestras emociones y formas de expresión. Se hace totalmente evidente la presencia de un cambio estructural cuando apreciamos conductas aprendidas por el niño, por ejemplo, el que el niño sea capaz de demostrar su enojo ante situaciones que para él ya son desagradables o poco beneficiosas, es decir, tiene capacidad de discernir frente a diversas situaciones, o también, el paso de la risa como comportamiento reflejo, a la considerada sonrisa, conducta más sofisticada. Cabe mencionar, que el papel que cumplen los padres en estos primeros años, es de suma importancia, ya que de acuerdo a la calidad de estimulación que se le entregue al menor, dependerá su futuro desarrollo emocional y cognitivo. Es muy distinto el reaccionar de una madre que a media noche se levanta para atender el llanto de su bebé de manera tensa y alterada, dando gritos, malas palabras y manipulación violenta, haciendo que esta conducta a largo plazo, es decir, que la conducta de la madre vuelva a reiterarse, hará que el bebe comprenda que esa es la forma de respuesta antes sus demandas, y la volverá una conducta propia. A diferencia de una madre que se presenta preocupada y ansiosa de entender y atender lo que el bebé intenta comunicar por medio de ese llanto; ella querrá abrazar, acariciar, proteger, dar alimentación y responder activamente al comportamiento de su hijo; éste, como en el primer caso, hará suya esta conducta, la cual es la adecuada de presentar en esta situación particular, y los efectos a futuro para su desarrollo emocional y cognitivo, serán plenos y óptimos.

Una herramienta para intentar saldar los vacíos o grietas que en muchos casos deja una deprimente y débil interacción y estimulación entre padres y niños, es la denominada “intervención temprana”, que intenta entregar una educación adecuada y establecer una reciprocidad en los primeros años, considerados la base y cimientos fundamentales para el desarrollo emocional, y a su vez, cognitivo y psicosocial del menor. Esta intervención temprana se basa en seis mecanismos básicos para el desarrollo óptimo, los cuales son : 1)incentivo para la exploración, 2)instrucción en habilidades cognitivas y sociales básicas tales como rotular, ordenar, clasificar y comparar; 3) celebración y refuerzo de nuevos logros; 4) orientación para la práctica y expansión de nuevas habilidades; 5) protección contra el castigo inadecuado o las bromas o desaprobaciones de los errores o consecuencia involuntarias a explorar e intentar nuevas aptitudes y, 6) estimulación del lenguaje y otras formas de comunicación simbólica y emocional. De no estar presentes estos factores en el hogar (entorno principal del infante), la intervención temprana se encargará de suministrar servicios terapéuticos y educativos a las familias que requieren ayuda para satisfacer las necesidades del desarrollo de los niños pequeños. Todas estas intervenciones, tienen consecuencias positivas demostradas por estudios controlados, donde los beneficios son especialmente notorios en situaciones de más alto riesgo, como familias pobres y con bajo nivel educacional.

Otro ejemplo, en donde la educación emocional ha demostrado tener un gran nivel de beneficios, es el caso del centro de aprendizaje”Nueva”, donde a las clases comúnmente conocidas, se incorporó la clase “Ciencias del Yo”, que se basa en el que los niños seas capaz de sentir y verbalizar el estado emocional en el que se encuentran; por ejemplo, el método de pasar lista, no corresponde al que habitualmente conocemos; aquí, los niños deben responder a la profesora, no con un “presente”, sino con una escala numérica , en la cual el número 1 representa un estado de decaimiento, y el número 10, energía, entregando a su vez, a sus pares y profesora, una pequeña explicación del estado emocional en el que se encuentran.

El contenido utilizado en este tipo de educación, son los sentimiento y emociones propias y los que aparecen en el transcurso de la relación con los demás, concentrándose en la estructura emocional del niño y en la utilización de traumas y tensiones de la vida de ellos como tema del día. Se habla de asuntos reales como heridas, el sentirse desplazado, la envidia, los desacuerdos que pueden llegar a mayores, rabia, odio, injusticias, desigualad, etc., considerados los problemas más frecuentes en la infancia.

De esta manera queremos dar a entender que una buena educación temprana, es decir, en la infancia de los menores, permitirá y será plenamente beneficiosa para una futura utilización correcta de las capacidades emocionales de los menores, siendo consientes de todos y cada uno de sus estados anímicos, reconociendo lo que la emoción les provoca, y no siendo presos de la reacción tanto corporal y psicológica que esta trae consigo, lo que claramente, repercute en su desarrollo biopsicosical.

Citando a Goleman, es éste el modelo de educación progresiva que se debiese utilizar e implantar a nivel macro en nuestros establecimientos educacionales, lo que provocaría un cambio sustancial en la nuevas generaciones; manifestándose en la disminución de las tasas de delincuencia, drogadicción, violencia, embarazo juvenil, depresión infantil , fracaso escolar, y tantas otras conductas que son propias de niños que no recibieron la estimulación y educación necesaria en sus primeros años para un desarrollo tanto a nivel emocional y cognitivo , que los llevasen a formar conductas adecuadas para el desarrollo dentro de la sociedad, y con esto, cooperar al fin de la discriminación de ellos mismos, y la construcción de un equilibrio a nivel micro (familia) y macro social.

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